Nació en Barracas el 26 de octubre de 1903 y murió en Quilmes el 6 de setiembre de 1992. Pintor autodidacta llegó a ser el mejor retratista de Quilmes. Viajó por estudios a Europa, y permaneció en Italia y España desde 1932 a 1937. Miembro de la Comisión Municipal de Cultura de Quilmes. Expuso individual desde 1920 en el Cine Teatro Colón, Van Riel, Museo Provincial de Bellas Artes de Buenos Aires, Municipalidad de Quilmes, Gente de Arte Avellaneda, Club Social, Casino de Mar del Plata, Impulso, Witcomb, Córdoba, Villa Carlos Paz, Museo de Arte Contemporáneo de La Plata y Museo Eduardo Sivori. Concurrió al Salón Nacional desde 1927, salones de Otoño de La Plata, Rosario, Santa Fe, Paraná, Córdoba, Mar del Plata, Pergamino, Aniversario de La Plata, Ciudad de La Plata, Quilmes, Bahía Blanca, Lomas de Zamora, Tandil, San Fernando, Avellaneda, Provincial de Buenos Aires, Olavarría, Casino de Mar del Plata, Pintura Argentina en Río de Janeiro y Sao Paulo. Obtuvo Premio Estímulo en 1927, Tercer Premio Municipal en 1931 y Tercer Premio en 1932 en el Salón Nacional. Segundo Premio en el Salón de Pergamino de 1935. Premio Estímulo en el Salón de La Plata en 1948. Primer Premio de Grabado para Artistas de la Provincia de Buenos Aires en el Salón de Mar del Plata en 1950. Primer Premio de Pintura en 1951, Segundo Premio de Grabado en 1952 y Primer Premio en 1953 en el Salón de Lomas de Zamora. Pintó parte de su obra en Reno, Italia, donde recibió clases de importantes pintores. De la mano de ellos, expuso en varias galerías del Viejo continente. Residió varios años en Embalse de Río Tercero, Córdoba, en donde reflejó en sus pinturas el colorido paisaje serrano. Son conocidos sus retratos, en donde se destaca el fino pincel para reproducir los rasgos. En sus últimos años se radicó en Quilmes donde desarrolló una importante tarea docente. La municipalidad de Quilmes quiso honrar a su vecino inaugurando el Museo Víctor E Roverano en la ciudad. En 2005 sus obras fueron expuestas en el Colegio de Abogados de Quilmes. Desde inicios fue un cultor de las formas, probado en sus retratos femeninos de su exhibición inicial y lo continuó ratificando fiel a sus directivas en óleo o aguada. Tuvo una etapa de crisis cromática, pero la forma persistió y el dibujo ceñido siempre siguió igual que la morfología. Nunca fue un impresionista y lo tuvo presente, José León Pagano, El Arte de los Argentinos, Ediciones l' Amateur, Buenos Aires 1944. Diccionario de Artistas Plásticos de Argentina de Adrián Merlino, Edición del Autor, Buenos Aires 1954.