Nació en Bérgamo en 1938 y falleció en Buenos Aires el 17 de setiembre de 2018. Residió en Argentina desde 1955. Estudió en el Liceo Artístico de Brera siendo su profesor Gianfilippo Usellini. Asistió a la Escuela Superior de Bellas Artes Ernesto de la Carcova y cursó escenografía con Dante Ortolani. Actuó como jurado y fue ilustradora en la revista Lyra y Diario La Nación. Expuso individual en el Festival de Villa Olmos de Como, Teatro Empire, galerías El Laberinto, Atica, Van Riel, Instituto Italiano de Cultura, Serra, Galatea y Wildenstein. Concurrió al Salón Nacional, salones Manuel Belgrano, San isidro y de San Fernando, Premio Dálmine en Bérgamo, galerías Abitaque, Serra de Caracas, Galatea, Atica, Galería de Arte Latinoamericano, Pintura Argentina Contemporánea en Nueva York, Fundación Ricardo Steimberg, Revista Redacción, Baupesa, Carlton Hotel, El Ojo, Casa Argentina de Caracas, Gran Premio Julio E Payró, Segunda Bienal Moet Chandon en 1987. Obtuvo Premio Unico a Extranjeros en el Salón Nacional en 1972. Premio Martín Malharro en el Salón Municipal Manuel Belgrano en 1974. Premio Mejor Artista de la Zona en el Salón de Pintura de San Fernando en 1975. Premio Miguel Victorica en el Salón Municipal de Buenos Aires de 1972. Mención de Honor en el Museo Hispánico y Latinoamericano de Arte de Miami en 1997. “Rostros y figuras humanas destacan en sus series De la espera de 1971 y El hombre de la langosta en 1977. A inicios de los ‘80s, realizó obras sobre figuras de damas en naipes, recreando las barajas españolas, cartas de póker, tarot y diosas de diversas mitologías. Un dibujo definidor implacable de las formas, orientado tanto hacia la verdad de los elementos expuestos y en especial lo que parece accesorio, como descubridor de la psicología de los seres representados, que es la sustancia imponderable de sus propósitos vitales”, Eduardo Baliari.